El último sueño

Sor Juana después de haberse esforzado y de no poder trabajar más en sus escritos decide irse a dormir. Al iniciar su sueño se topa con ella misma siendo una niña y repasa todos los eventos que formaron parte de su vida.
Este texto fue escrito para una materia de la escuela. Para poder entenderlo les recomiendo leer una biografía de este personaje. Atentamente Lenore paper.

 Se abre el telón

Una cama, una mesa, un par de bancos y solo tres libros a la vista. Es lo que más se aprecia en la celda de Sor Juana. Celda iluminada por la luz rojiza del amanecer, con paredes grisáceas. Sentada sobre uno de los bancos esta Sor Juana escribiendo con una larga pluma de ave, cabeza producto del extremo cansancio de sus tareas en el convento. Se levanta para poder ir a descansar en su cama que se encuentra al otro extremo de su celda; solo se quita su velo y lo coloca en un banco cercano a su cama. Duerme.

Entra una niña, se acerca a la cama de Sor Juana. Se para a su lado.

SOR JUANA: (despierta) ¿Quién eres?

JUANA: Soy Juana Ines de Asbaje y Ramirez,  ¿y usted?

SOR JUANA: Soy Sor Juana 
JUANA: ¿Sor?  ¿Por que terminamos siendo monja?
SOR JUANA: (Sale de la cama) Es una historia un poco complicada. Mejor cuéntame cómo te ha ido con la loa  para el concurso de la parroquia
JUANA: (Se sienta a su lado) Ya la termine, espero poder ganar

SOR JUANA: Tranquila, ganarás. Y será el primero de muchos otros concursos que disfrutarás. ¿Recuerdas cuando mamá nos felicito al descubrir que sabíamos leer?

JUANA: Fue uno de los mejores días de mi vida

SOR JUANA: Si, lo es

Juana se levanta de la cama y mira con atención la habitación de Sor Juana.
JUANA: Que triste ver un librero vacio, no son como los del abuelo
SOR JUANA: Disfruta de esos libros, aun aquellos que te resulten complicados y si no entiendes algo busca las respuestas eventualmente las hallaras 
JUANA: Oye… que lugar es este?
SOR JUANA: (sonríe) Es el convento de San jerónimo, en la capital 
JUANA: (sorprendida) ¿Ya no vives en Amecameca? 
SOR JUANA: No, (triste) ocurrieron muchas cosas… (Sor Juana se levanta, camina con cuidado y abraza a Juana) Recuérdalo con cariño. Y llévate bien con el señor Diego, tratara bien a mamá 
JUANA (triste) Creí por un momento que mama me había hecho caso, realmente quería ir a la universidad 

Juana se sienta en el banco y sostiene el velo entre sus manos

JUANA: Entonces, ¿soló llegaron y entraste al convento?
SOR JUANA: No realmente, pase un tiempo en el Palacio Virreinal
JUANA: ¿Cómo era?

Empieza una música de baile acorde a la época, se oyen risas alegres y en la pared aparecen siluetas de diferentes personas en un baile.
Entran Diego Calleja, vistiendo su ropa de padre, y el virrey Don Antonio, viste de manera elegante

DON ANTONIO: Es verdad lo que se decía verdaderamente su inteligencia y talento es como lo imaginaba, un excelente verso Juana
DIEGO CALLLEJA: Tiene un enorme talento, espero poder seguir escuchando tus trabajos (se despide quebrándose le su voz) Me parece haber escuchado a su esposa Don Antonio, debe de estar buscando a Juana, iré a buscarla (Sale)
DON ANTONIO: Casi lo olvido, Juana los siguientes virreyes, el marqués de Mancera y Doña Leonor, te mandan un saludo dicen que pronto se volverán a ver
SOR JUANA: ¿Cómo?
Entra el Padre Núñez de Miranda entra
PADRE NÚÑEZ DE MIRANDA: (Sonríe) Buenas tardes su excelencia, solo vengo a decirle algo a Juana. No podre confesarte hoy, ha surgido un asunto importante, pero mañana ningún no habrá ningún problema, si Dios quiere.
El Padre Núñez de Miranda sale y le sigue el virrey
SOR JUANA: Es tan extraño verlo actuar otra vez de esa for… 
JUANA: (La interrumpe)Si te divertías en el palacio virreinal, ¿Por qué no te quedaste ahí?

SOR JUANA: Aun que lo disfrutaba no podía verme ahí para el resto de mis días
Se oyen la voz de varias mujeres.
MUJER 1: Sor Juana, querida, deberías dejar por un momento esos versos. Necesitas conocer al joven correcto
MUJER 2: Si no lo haces pronto se llevaran a los mejores, y ya tienes dieciséis 
MUJER 3: ¿Acaso no quieres tener hijos?
Las siluetas se van.
Se apagan las luces y solo quedan iluminadas las dos Juanas. Se oyen pasos.
PADRE NUNES DE MIRANDA: Tu como te atreves a preferir las letras antes que tu deber como monja?
JUANA: ¿Ese no era tu amigo? 
SOR JUANA: Lo era
Se les acerca pero mantiene su distancia
JUANA: ¿Te sientes mal?
SOR JUANA: No… solo es un ligero dolor de cabeza
PADRE NUÑEZ DE MIRANDA: ¡Debes estar muerta al mundo! Ya no puedes ser mundana y menos permitirte hablar de las ciencias de tus amigos
SOR JUANA: El escribir nunca ha sido dictamen propio, sino fuerza ajena; que les pudiera decir con verdad. Lo que sí es verdad que no negaré es que desde que me rayó la primera luz de la razón, fue tan vehemente y poderosa la inclinación a las letras, que ni ajenas reprensiones, han bastado a que deje de seguir este natural impulso que Dios puso en mí.
El Padre Núñez de Miranda sale
JUANA: (Mira en dirección donde salió el padre) ¿Dejamos de escribir? ¿Ese señor fue el responsable?
SOR JUANA: Si, llegue hasta donde pude… ya no… podía escribir lo que quería. (Se acuesta en la cama) Y tuve que vender todos mis tesoros
JUANA: Perdimos contra el mundo
SOR JUANA: Si. (Sonríe) Pero al menos disfrutamos lo que hicimos, hicimos amigos, nos burlamos de la sociedad, aprendimos tanto y pudimos ayudar al prójimo. Fue  muy divertido.
JUANA: Me alegra saber que un día seré tu (Cobija a Sor Juana y sale)
Se oye a un gallo cantar, Sor Juana se levanta se coloca su velo y camina hacia la salida. Se detiene.
MONJA: Creo que debería reposar hoy Sor Juana
SOR JUANA: No puedo
Sale. 
Las luces se apagan. Al volverse a encender el cuarto solo conserva la cama vacía y sin sabanas. Entra Diego Calleja.
DIEGO CALLEJA: (Melancólico) No puedo creer que la última vez que te vi de pie fue en aquel sueño muy parecido a como nos conocimos, me pregunto si nos volveremos a ver en el cielo.
Sale. 

Se cierra el telón 

Comentarios

Entradas populares